En primer lugar debo indicar la importancia que este
tipo de actividades tiene para el alumnado infantil en general y,
especialmente, entre estas edades de 3 a 6 años. El alumnado toma estas
representaciones como un juego. Un
entretenimiento en el que muchas veces se integra, hasta perder la noción de la
realidad. ¿Quién no ha sido niño? ¿Quién no ha participado como publico
expectante en el sueño-realidad de una obra de títeres? El mismo profesor
Javier Abad, nos recuerda que: El juego
es una función elemental en la vida del ser humano[1]. Y, sin duda, una representación,
incluso de marionetas, más allá de
todo el proceso de planificación y producción, supone, en estas edades, un
JUEGO.
Un juego en el que todo el equipo participa y se
integra de cara a conseguir alcanzar un objetivo real, tangible: una
representación teatral. En el mismo se juega, se estudia, se razona, se piensa,
se memoriza, se manipula, se dialoga…¿se me ha olvidado algo?
De alguna manera, esta realidad nos viene a recordar
que en el arte contemporáneo, el objeto artístico tradicional ha desaparecido.
La integración de las obras de arte,
muchas veces con el entorno, con la problemática social, con las inquietudes de
la gente, se suele ver reflejada en lo que hoy en día son las instalaciones. (Ya sea como categoría artística, como género, como montaje expositivo,
o la derivación de la estenografía teatral[2])
Por todo eso, ese espacio construido, se puede considerar una instalación.
Con estos antecedentes, en mi caso, pretendo que el
trabajo presentado se plantee como un compendio de lo anterior. Desde luego, quiere
ser un espacio concreto, o no, pero que sirva
para que el alumnado que lo observa pueda integrarse en la acción y en
un contexto que les hace, pensar con la
obra o, como bien dice María Acaso: (…)enseñar
a ver y a hacer con la cabeza y con las manos y no solo enseñar a
hacer con las manos[3].
De ahí que el planteamiento de este trabajo se centre, no tanto en una relación
con el entorno rural, con el conocimiento de profesiones, animales,
palabras,…que también; sino que intente acercar a espectador un pensamiento reflexivo sobre la misma,
sobre su mensaje; para poder compararlo con la realidad de la vida cotidiana: el desprecio a lo diferente.
[1] ABAD MOLINA, J.: Experiencia
Estética y Arte de Participación: Juego, Símbolo y Celebración., pág. 3 En http://www.oei.es/artistica/experiencia_estetica_artistica.pdf
[2] AZNAR ALMAZAN, Y.; MARTINEZ PINO, J.: Ultimas Tendencias del Arte. Editorial Universitaria “Ramon
Areces”, Madrid, 2009, págs. 63-64
[3] ACASO, M.: La educación artística no son manualidades:
Nuevas practicas en la enseñanza artística. Editorial Catarata, Madrid,
2009, págs. 18.
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